Autodeterminación
Existe una frase que dice así “el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra” y pareciera que por estos días me he dedicado a comprobarlo repitiendo otra vez una situación en la que ya me había ubicado antes.
No existe vida independiente sin un mundo o contexto social. Los individuos que renuncian a “gobernar” su propia vida están más entregados a la impotencia, a la inercia y a la ignorancia, que quienes se embarcan en la “compleja” pero feliz y gratificante tarea de ser uno mismo.
La autodeterminación sólo es acertada cuando se la encamina abiertamente al mundo, en el sentido de intentar conducir la propia vida de tal modo de poder corregirla o modificarla mientras ella transcurre.
Autodeterminación es la capacidad que todos poseemos de orientar la propia acción a partir de la experiencia y reflexión propias; y su resultado es el enriquecimiento del espacio en el que se desenvuelve la libertad personal.
Claramente, no podemos dominar todo lo que sucede a nuestro alrededor y hasta incluso, dejarse llevar, en muchos casos, resulta conveniente.
Es que cuando nos relajamos, comenzamos a disfrutar y a comprender la fragilidad de nuestra existencia, y actuamos de modo tal de elegir y corregir el rumbo de nuestras vidas. Los momentos inesperados son puertas que se abren con posibilidades ilimitadas, en las cuales podemos elegir o tolerar, conocer o ignorar, aceptar o luchar contra ellas.
La autodeterminación nos brinda la posibilidad de realizar proyectos sin tornarnos esclavos de ellos, por el contrario, nos permite abrirnos a la experiencia del momento, de que la propia determinación permita la libertad consistente en adoptar una forma que se transforme en mucho más que un mero instrumento para el logro de nuestros objetivos. Y ante esta apretura, saldrán a nuestro encuentro un sin número de posibilidades y situaciones.
La felicidad trae consigo la apertura de una realidad perceptible por otros. Todos nos construimos de forma recíproca, en el sentido de que no hay uno sin otro.
En el mundo actual, todo pareciera conspirar contra la larga duración, los vínculos duraderos, los proyectos a largo plazo, las identidades inmodificables; nadie nos asegura que lo que hoy sabemos sea útil mañana, y toda relación está más amenazada que nunca por el debilitamiento.
La individualidad y la autodeterminación son conquistas personales; cada uno de nosotros nos tenemos que crear a nosotros mismos. Las nuevas formas de relacionamiento nos exigen que hagamos algo para mantenerlas, de lo contrario, se disuelven rápidamente. Todo se ha convertido en más indeterminado y cada uno debe organizar su propia vida de manera más precaria y hasta incluso más solitaria…la autodeterminación e independencia se pagan con el incremento de la incertidumbre. Para muchas personas esta situación se convierte en una carga excesiva: lo que para mí es una liberación, para otro puede ser una obligación de decidir.
Creo que inconscientemente, cuando siento cierta inercia en mi cotidianeidad organizo las cosas de tal manera que la realidad me responda “no”, desbarate mis previsiones y me “obligue” a corregir mis juicios, reorientar mis proyectos e incluso mejorar lo que soy. Y lo hago en función de otorgarle un tratamiento productivo a las “derrotas”.
Ese comportamiento templa mi deseo (muchas veces excesivo) de que la realidad confirme lo que soy, hago y espero. La idea es no limitarnos a “aplaudir” nuestra espontaneidad; la madurez en el ejercicio de la libertad y la autodeterminación supone estar dispuestos a determinadas renuncias, desear el juicio de otros como una garantía de la propia cordura, asimilar que nadie se pertenece absolutamente a sí mismo, y que todos estamos siempre en alguna “deuda” con los demás.
Autodeterminación de los pueblos
La autodeterminación de los pueblos no puede ser... ni debe ser la excusa para que la comunidad internacional permita que las dictaduras se enquisten en el poder, ya que son los gobiernos quienes tienen las armas.
Como bien reza la frase ...es AUTODETERMINACIÓN DE LOS PUEBLOS y NO de los TIRANOS...
Alba Oscura:
Nunca en mi vida vi alba tan oscura...
Alba en que anochece en lugar de amanecer.
Nunca había visto un cielo tan nublado;
cierzos retrógrados nos quieren envolver.
Los sirios levantan su flama enardecida
y vientos helados los quieren apagar
y sólo la apatía levanta su bandera
en una indiferencia sesgada y criminal.

Como podemos observar en las imagenes hicimos una campaña en la institución escolar donde estudiamos para que las compañeras tengan en mente la importancia de la Determinación y por supuesto no solo de este valor sino también de todos los otros que poseemos como personas
